El atentado mediático del ABC contra los okupas de Casas Viejas

Aprovechando que el próximo martes comienza el juicio por el desalojo del CSOA Casas Viejas, publico un texto sobre la vergonzosa cobertura del diario ABC que escribí para otro proyecto y hoy saco del cajón.

Como es largo cuelgo el pdf también:  El atentado mediático del ABC contra los okupas de Casas Viejas_ozecai

El atentado mediático del ABC contra los okupas de Casas Viejas

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Que un periódico como el ABC, abiertamente conservador, se muestre adverso a un movimiento tan transgresor como el de la okupación no debe sorprender. El interés de este texto no es pues el análisis de la línea editorial de este periódico, ya que quienes creemos firmemente en la libertad de prensa y de expresión no podemos más que felicitarnos por el hecho de que se puedan difundir todo tipo de opiniones, aún más las contrarias a nuestras propias ideas..

Que la propiedad y la financiación de los medios de comunicación haga que las opiniones afines al poder y los intereses económicos se encuentren claramente sobrerepresentadas, mientras se marginan las opiniones disidentes, es otro tema de debate; el de la democratización de la comunicación. Pero tampoco es este el tema de interés de este trabajo. Lo que se pretende analizar es el respeto a una mínima ética profesional del periodismo que garantice una mínima pluralidad y calidad de la información independientemente de la libre opinión del medio y los periodistas.

En el caso del desalojo de Casas Viejas el diario ABC traspasó ampliamente el límite entre la línea editorial, por definición sesgada y amparada por el derecho a la libertad de expresión, y la desinformación, la cual obvia los principios básicos del periodismo y atenta directamente contra la verdadera libertad consagrada a los medios de comunicación social, contra un derecho que no corresponde a los medios aunque se les atribuya su protección: el derecho del público a estar bien informado.

El diario ABC traspasó ese límite cuando pasó de una crítica más o menos racional a un ataque directo basado en la asociación del movimiento con la violencia y el terrorismo. Al hacerlo, el periódico cayó en el pecado capital que durante años ha condenado en sus páginas: utilizar el terrorismo para conseguir réditos políticos.

Esta estrategia de asociación entre la asamblea de Casas Viejas y ETA fue iniciada y apoyada por otros actores del conflicto, sutilmente por los portavoces de la Policía Nacional y más directamente por el derechista Sindicato Unificado de Policía (SUP). El periódico siguió fielmente esta línea aportando elementos propios.

La criminalización del movimiento, y el caso extremo de su vinculación con ETA, no fue sin embargo la única estrategia utilizada por el periódico para tratar de deslegitimarlo. En la cobertura del desalojo se mezclaron todo tipo de connotaciones negativas, opiniones sesgadas e incluso los más arraigados tópicos de la derecha conservadora.

La estrategia de extrañamiento, por la cual se enfrentan unos sujetos ajenos a la sociedad y el vecindario -los okupas- a la comunidad de los verdaderos ciudadanos y vecinos de Sevilla fue ampliamente utilizada. Una extrategia que recuerda a la propaganda fascista que identificaba al bando fraquista como nacional enfrentado a una supuesta invasión soviética encarnada por el bando republicano. El sesgo de las fuentes -en particular la supuesta opinión de los vecinos- fue también descarado, de forma que sólo una persona afín a los prejuicios ideológicos del medio representó a todo el vecindario amparado en una asociación vecinal con nula representatividad y cuya única actividad conocida es la permanente aparición de su presidente en las páginas del ABC para reforzar en todo caso la línea editorial del medio. Los tópicos más retrógrados y absurdos también salpicaron toda la cobertura del caso, con especial predilección por diferenciar entre los buenos ciudadanos que trabajan todos los días para sacar el país adelante y pagan su hipoteca y los okupas que se dedican a robar casas ajenas y a molestarlos con manifestaciones y protestas. Como no podía ser de otro modo, la actividad de los okupas está además permanentemente regada de ingentes cantidades de alcohol y drogas, encarnación del vício en una generación de jóvenes que ha perdido los más arraigados valores de la moral cristiana, a pesar del esfuerzo del ABC por promulgar la doctrina de la salvación.

Otro recurso destacable en la cobertura mediática del ABC es la asociación del movimiento con otros enemigos declarados de la sociedad aparte de ETA, como el Che o Chávez, de modo que la criminalización acumulada refuerza y complementa la estrategia de criminalización actual. Un caso particular es la asociación del movimiento con los partidos gobernantes en la ciudad, Izquierda Unida y en menor proporción el PSOE. El primero poco menos que dirige el movimiento desde las sombras amparado por la permisibilidad del segundo. En el fondo de esta asociación se encuentra el interés por minar la coalición del PSOE e IU, atacando al flanco más débil de IU, para favorecer el interés electoral del PP al que el ABC representa. El principio del enemigo único de la propaganda nazi desarrollada por Goebbels se aplica en este caso ocultando la clara conflictividad entre el movimiento y el Ayuntamiento, que junto con la propiedad, es de hecho el adversario al que se enfrentan los okupas. También las matrices ideológicas claramente diferenciadas entre el movimiento autónomo de la okupación y el movimiento comunista que representaría IU son obviadas para facilitar la simplificación y la unicidad del enemigo.

Por último, el ABC ataca la propia estrategia del movimiento identificando desobediencia civil con delito. De esta forma la acción colectiva pierde sus connotaciones políticas y democráticas. El absurdo de esta comparación no mina su eficacia. Mientras que el delito se comete de forma oculta y es motivado generalmente por un interés personal, la desobediencia civil no violenta tiene en la publicidad de su acción uno de los ingredientes clave y en la motivación política su anclaje fundamental. Desde el primer momento, a traves de un vídeo entregado a toda la prensa (ABC incluido) los okupas manifiestan su intención de desobedecer públicamente la orden de desalojo considerándola “legal pero injusta”. Como los mismos medios y el ABC señalaron el movimiento estuvo en contacto constante con la prensa para publicitar la acción. Paradójicamente el ABC y otros medios insisten en destacar la ilegalidad de la acción del movimiento, algo fuera de toda duda y declarado abiertamente por el mismo. Siendo así las cosas, el foco del debate no debería estar en la ilegalidad de la acción en la que coincidían todos los actores implicados, sino en la legitimidad o no de la misma. Lo que explica que medios como el ABC se centraran en la evidente ilegalidad de la resistencia al desalojo es la intención de enmarcar la acción colectiva en el encuadre del delito, asociandola al robo, la extorsión o el asesinato. Hablar de desobediencia civil conllevaría entrar en el debate de la legitimidad de la acción y de la crítica política, asociándola a la estrategia de ilustres pacifistas como Ghandi o Martín Luter King y en general a la conquista de todos los derechos reconocidos actualmente, como la libertad de reunión, de asociación, el sufragio universal y la propia libertad de expresión y de prensa, que hoy son legales en nuestro sistema político precisamente porque hubo movimientos que en su momento desobedecieron las leyes injustas de su tiempo.

Obviamente la utilización de una estrategia legítima como la desobediencia civil, no legitima por si misma la finalidad de la acción. El reconocimiento de la legitimidad de la acción pacífica de resistencia al desalojo no hubiera impedido la crítica y la condena a la propia acción. Precisamente la opción por la desobediencia exige una fuerte justificación, su objetivo es llamar la atención y abrir el debate sobre un tema de relevancia pública en el que el sistema impide o dificulta actuar por otras vías, quedando un amplio margen de debate para plantear si verdaderamente la desobediencia a la ley es la única alternativa, si el tema en concreto es verdaderamente fundamental o si las reivindicaciones del movimiento son verdaderamente justas. Reconociendo la legitimidad de la estrategia en sí, el ABC podría haber mantenido su defensa de la no limitación de la propiedad privada, su crítica a la actividad del Centro Social o haber defendido la existencia de otras vías para llevar a cabo las reivindicaciones del movimiento, cuestionando la propia utilización de la desobediencia. Sin embargo, el periódico ocultó directamente la naturaleza de la estrategia utilizada con el objetivo claro de eliminar de raíz ese debate abierto y plural en el que quizás no se sentía seguro de hacer prevalecer su propia posición. Cuando ni siquiera esta estrategia parecía ser suficiente, el diario acudió al arma definitiva, capaz de someter cualquier atisbo de crítica y de debate democratico de ideas desviando incluso el propio tema de controversia; ETA.

En general, toda la cobertura del desalojo de Casas Viejas por parte del ABC enmarca a los okupas como enemigos de la sociedad y la democracia, desligando las protestas de cualquier motivación política, ocultando cualquier crítica o propuesta argumentada y obviando en todo momento las causas políticas del conflicto, como la especulación, la falta de vivienda y espacios sociales o las carencias participativas de los medelos de gestión pública de la ciudad. Pero es la asociación de los okupas con ETA la mayor evidencia de la estrategia manipuladora del periódico y de su nulo respeto a la objetividad y los criterios éticos del periodismo de los que tanto presume. Por ello, dejaremos de lado el resto de estrategias de manipulación y criminalización del movimiento y por supuesto la libre expresión de la opinión de los periodistas y de la línea editorial del periódico, por muy prejuiciosa que sea, como parte fundamental del derecho a la expresión de cualquier idea que no podemos más que defender.

La cobertura del desalojo de Casas Viejas por parte del ABC puede calificarse directamente como un “atentado mediático” en el que la bomba es la propia ETA y las víctimas los okupas, con graves daños colaterales para la profesión periodística.

La vinculación de la asamblea de Casas Viejas con el terrorismo comienza el segundo día de desalojo, el sábado 1 de diciembre, en el que el diario ABC publica una información seguro reveladora bajo el titular “Documentos en vasco en el inmueble ocupado”. En el texto se afirma que “la investigación desconoce aún si ello implica conexiones entre el colectivo ocupa sevillano y el entorno etarra o si los primeros han recibido información del Movimiento de Liberación Vasco para realizar los zulos”.

Con esta nota el diario abre el camino para una estrategia de criminalización que ya nunca abandonará. Más tarde, cuando el tiempo vaya “confirmando” lo que el olfato periodístico ya anticipó, el diario se vanagloriará por haber publicado esta primicia. En ella no sólo se trata de criminalizar a la asamblea okupa, sino que se criminaliza el propio euskera como lengua. Casualmente un amigo vasco -que fuera de toda sospecha conocí en Madrid y se define español- estuvo trabajando de becario en este mismo diario traduciendo del euskera los comunicados de ETA, lo que hace suponer que en la redacción del ABC no sólo se pueden encontrar documentos en vasco sino incluso comunicados de ETA, aunque “se desconoce si ello implica conexiones entre el periódico y el entorno etarra”.

Por otra parte, se lanza la sospecha de que la construcción del túnel haya sido posible gracias a la valiosa información aportada por el “Movimiento de Liberación Vasco”. El uso del término “zulo” en lugar de túnel, resulta totalmente inapropiado ya que según la RAE un zulo es un “lugar oculto y cerrado dispuesto para esconder ilegalmente cosas o personas secuestradas”, sin embargo resulta plenamente apropiado para el fin de relacionar a Casas Viejas con ETA.

La admirable capacidad de deducción del periodista llega a la conclusión de que si ETA construye zulos y los activistas de Casas Viejas han construido un “zulo”, necesariamente ETA ha debido asesorar a los okupas para esta especial tarea, descartando el asesoramiento okupa a ETA por la lógica conclusión de la existencia de zulos etarras antes del de los okupas.

La lógica aplastante de esta deducción no es entorpecida siquiera por el hecho de que la propia asamblea entregó tanto a la policía como a los medios, incluido el ABC, el vídeo “Life in the fast lane” en el que se inspiró la acción. Un documental sobre la resistencia a la construcción de una autopista en el Reino Unido en el que los activistas se encadenaban en un túnel. Cabe resaltar que tal acción se produjo en el Reino Unido por activistas británicos, no en Irlanda del Norte.

Al día siguiente, el domingo 2 de diciembre, la actualidad favoreció la estrategia criminalizadora del diario. El atentado de ETA en Francia en el que murió un guardia civil permitió una maquetación coherente y muy bien acabada de la portada del periódico. Casi todo el espacio se dedicaba al atentado pero, para completar y contextualizar con la edición sevillana del diario, el desalojo de Casas Viejas se abría un hueco bajo el titular “La Policía investiga la relación de los dos «okupas» del zulo con el entorno de ETA”.

La conocida “teoría del entorno” según la cual la vinculación con ETA se extiende como una mancha de aceite hacia un entorno cada vez más amplio, en el que se ha llegado a situar al propio presidente del Gobierno, es aplicada fácilmente en este caso.

Ya el ilustre olfato de los periodistas del ABC lo había detectado, como se enorgullecen en el primer párrafo de este nuevo episodio. La policía investiga la relación con ETA de los okupas como ha podido saber el diario “que ya informó en su edición de aye[r] de la presencia de documentos redactados en vasco en el inmueble”.

Y para confirmarlo todo, uno de los okupas “colaboró con el etarra Urrusolo Sistiaga en los incidentes de las Giraldillas”. El periódico no deja claro a quien se refiere exactamente, ya que ninguno de los participantes en esta acción han sido miembros de ETA. Quizás por ello no se menciona el nombre de Urrusolo Sistiga, lo que evidenciaría si se trata de Alejandro, que participó en la acción de las Giraldillas pero no ha sido acusado de ser miembro de ETA, o de su hermano José Luis, este sí condenado por pertenecer a ETA. Obviamente para el ABC todo es ETA, lo que por línea de sangre contamina a Alejandro, por contacto a uno de los okupas y por generalización a todo el movimiento.

Aclarar este punto fundamental es inutil para un medio que no trata de trasladar datos objetivos y precisos. Por ello una opinión acompaña a la página bajo el título “Okupas ocupados”. En ella se puede leer: “Les faltó tiempo a los okupas del «zulo» de Casas Viejas para denunciar la manipulación de ABC en la información aparecida ayer en estas páginas”. Recordar que hasta entonces la única información era que había documentos en vasco en el centro social. Continúa la columna diciendo que los okupas “negaron su relación con el entorno etarra pero, hete aquí que la policía no es tonta”. Desde luego si lo que trataba la policía es de deslegitimar al movimiento asociándolo con ETA, tonta no es, ya que con la ayuda del ABC obtuvo un rotundo éxito. Pero, si como es de esperar, lo que la policía pretendía era hayar una vinculación real entre Casas Viejas y ETA, si no tonta es algo lenta, ya que cuatro años después no ha presentado ninguna prueba de ello y tampoco ha cursado ninguna denuncia en este sentido. La columna termina con una pregunta interesante: “Mire usted por donde, resulta que los muchachitos se encontraban ya ocupados años atrás en colaborar con un tal Urrusolo Sistiaga que, al parecer, es etarra ¿O no?”.

Responder a esta pregunta es sencillo y complejo al mismo tiempo. Sobre si Urrusolo Sistiaga es un etarra, podemos decir que sí y que no. Al parecer, Jose Luis Urrusolo Sistiaga sí lo es, su hermano Alejandro no. Así que si se refiere a Jose Luis ningún ocupa colaboró con él años atrás, si se refiere a Alejandro uno de los okupas colaboró con el en la acción de las Giraldillas, pero Alejandro no es un etarra.

Por otra parte, la acción ocurrida en la inauguración del mundial de atletismo de Sevilla en 1999 consistió en salir disfrazado de falsas Giraldillas, la mascota oficial del mundial, y sacar una pancarta reivindicando el acercamiento de presos vascos. Una acción de desobediencia civil totalmente pacífica en línea con la estrategia llevada a cabo por Casas Viejas durante todo el desalojo. Pero, aplicando la “teoría del entorno”, todo está relacionado y desde la colaboración de uno de los okupas con una acción independentista se llega directamente a la vinculación con ETA de la asamblea de Casas Viejas.

La evidencia es tal que el periodista del ABC no tiene más que tirar del hilo. Su experiencia investigadora le lleva a la audáz técnica periodística de buscar en Google y teclea “Iván”, el otro okupa encadenado en el túnel, y escudriñando los resultados… ¡euskera!, digo ¡eureka!.

Resulta que; “Iván Iglesias, de Bilbao, fue condenado a un año de prisión menor por desordenes y dos meses de arresto mayor y 100.000 pesetas de multa o 20 días de arresto sustitutorio por resistencia a la autoridad” por incidentes acontecidos en 1992 en la Expo de Sevilla. Todo encaja para el ABC, todo menos la realidad. Resulta que Iván no es Iván sino Ibán, no es Iglesias ni va a misa, no es de Bilbao sino de Cádiz, no tiene antecedentes y tenía 12 años en 1992.

Pero lo más revelador es que el propio ABC, el día anterior, había informado de que “Iván, profesor de Geografía de 29 años, fue sacado de la galería subterránea sobre las 19:40 horas”. Además el periódico El País, también el día anterior, dedicaba casi una página a la misma persona sacando de archivo una entrevista de grupo en el mismo centro social en la que aparecía Ibán, así como algunas de sus declaraciones y aportando más datos personales “Iván Díaz (Cádiz, 1979) es profesor interino de Geografía en la Universidad de Sevilla”.

Para no amargarle la fiesta al ilustre investigador periodístico, la asamblea del Casas Viejas envía una rectificación quitando hierro al asunto:

“Aclaración de las Informaciones de ABC sobre Ibán (Casas Viejas):

Ante las informaciones aparecidas hoy en el Diario centenario ABC queremos matizar:
1º Iván no se apellida Iglesias (y por cierto concretamente su nombre es Ibán con b).
2º Ibán no es de Bilbao, es de Cádiz.
3º En 1992 cuando se celebró la Expo de Sevilla Ibán tenía 12 años.
4º Debido a su edad en ese momento obviamente no fue condenado a 1 año de prisión menor y dos meses de arresto mayor, aunque parece que su madre le castigó un fin de semana sin salir por otros motivos.
5º Tampoco fue multado por 100.000 pesetas, aunque su madre también le quitó la paga semanal.
6º No obstante, no podemos garantizar que Ibán no organizara los atentados del 11 de Septiembre, colaborara con el exterminio judío o haya firmado algún pacto secreto con el diablo.”

Pero ni el humor sirvió para calmar al redactor responsable de la noticia y ayudarle a digerir su metedura de pata. Contactado por teléfono por la asamblea, se le informa del error. Ni siquiera se intenta desmontar el resto de calumnias por lo que no se menciona el “zulo” ni otros temas relacionados. Solo se pretende hacerle ver al periodista que se ha equivocado de nombre, no se le discute siquiera que esté manipulando y desinformando, sólo se le advierte de que está desinformando mal y que cuando se manipula mal se nota mucho y no se consigue el objetivo. Pero la conversación es interrumpida por el redactor alegando que es un periodista y que tiene mucho trabajo. Quizás no le cargaba la página de Google…

Al día siguiente, como un profesional, el redactor se ve obligado a corregir su error con una nota titulada; “Uno de los okupas del zulo, sin antecedentes”. “Rubén Ibán Díaz Parra, uno de los dos okupas que se encadenaron en el zulo, no tiene antecedentes penales. ABC publicó ayer -tras confirmar el dato con la Policía Nacional- que la identidad del segundo okupa correspondía con Iván Iglesias”.

Sobra decir que la rectificación ocupa un espacio mucho menor que la información errónea del día anterior. Pero más interesante es ver la profesionalidad del redactor que deja claro que publicó la información “tras confirmar el dato con la Policía”. Resulta inquietante que la Policía, con el sujeto detenido y su carné de identidad, pudiera cometer el error de confundir “Rubén Ibán Díaz Parra” con “Iván Iglesias”, aunque una ineptitud así es coherente con el hecho de que el gran dispositivo policial desplegado tardara 36 horas en culminar el desalojo. Pero más curiosa resulta la idea del redactor de ABC de lo que en periodismo se llama confirmar una noticia. Nada de dos fuentes independientes aunque el contacto con la asamblea fuera público para todos los medios, la información se confirma llamando a la Policía. Si hubiera llamado a la otra parte, el redactor se habría ahorrado el trago de tener que rectificar la información, pero más fácil aún habría sido leer lo que el mismo diario publicaba el día anterior, sin necesidad siquiera de contrastar con el periódico de la competencia.

Al margen de este inexplicable error, la noticia continúa con un intertítulo, “zulos profesionales”, en el que se vuelve a insistir en la idea de un asesoramiento por parte de ETA en su construcción. Obviamente si los okupas son unos vagos que no trabajan ¿como iban a realizar esta ardua tarea con tal profesionalidad?.

El día siguiente, lunes 3 de diciembre, Casas Viejas vuelve a estar en la portada del ABC con el titular “Los okupas quemaron 31 contenedores después de la manifestación” y el subtítulo “Dejó destrozos en el centro de Sevilla con tres coches incendiados y escaparates rotos”. A día de hoy ninguna persona vinculada a Casas Viejas ha sido acusada por estos supuestos actos, pero para el ABC no cabe duda de su insistencia y autoría. Sin embargo, el día anterior el mismo periódico informaba de que en la manifestación de apoyo a Casas Viejas “No hubo que destacar incidentes” y que “la manifestación transcurrió sin incidentes”. El único incidente que ocurrió es por supuesto destacado por el periódico titulándolo “Piedra contra el Ayuntamiento”; “Aunque no hubo que registrar incidentes en la manifestación, uno de los manifestantes, que vestía ropas «punkies», […] lanzó una piedra contra una de las ventanas del Ayuntamiento”, pero incluso así el diario reconoce que “El individuo fue apartado por los organizadores de la movilización, quienes señalaron que se trataba de un hecho aislado y que no tenía que ver con los okupas de Casas Viejas”.

Como esta manifestación “No terminó en batalla campal, como temían los responsables de la seguridad ciudadana”, el periódico imputa a Casas Viejas unos supuestos hechos ocurridos esa noche de los que no se ha vuelto a saber nada más. La supuesta quema de contenedores no concuerda con la estrategia de desobediencia civil llevada a cabo por la asamblea y que se pone de manifiesto al día siguiente con la acción en el puente del V Centenario, al que subieron dos activistas para desplegar una pancarta. Ante esta estrategia coherente del movimiento, el ABC tiene que recurrir a imputarle otros actos, además del siempre presente vínculo con ETA.

Así en la edición del martes 4 de diciembre, el periódico titula “Los okupas provocan atascos de 15 kilómetros en el puente del Centenario”. Cualquier sevillano conoce desgraciadamente el tráfico habitual por ese puente, que se caracteriza por sus continuos atascos. Si a ello le sumamos, como el mismo ABC informa, “una serie de accidentes ocurridos en la SE-30”, la caravana está asegurada. Pero para el ABC la única causa es la acción de los okupas, pues de no ser por su acción, precisamente ese día hubiera sido la excepción y la circulación por el V Centenario hubiera sido fluida, con accidentes y todo. Eso sí, a pesar del gran desastre vial provocado por los okupas, la población sevillana da muestras de su enorme paciencia ya que días después el periódico informa de que “Los «okupas» abandonan el puente ante la indiferencia generalizada”.

Continuando con el tema preferido del periódico, la noticia incluye el subtítulo “La Policía sevillana busca en un ordenador rastros de la posible conexión con el entorno etarra”. Esta vez la clarividente prueba es que en el centro social se han encontrado “un disco duro y varios CD” lo que pone a la Policía en la pista de ETA, aunque el mérito corresponde al periódico que ya manejaba esta hipótesis; “tal y como ha adelantado ABC en los últimos días”, presume. No se aportan datos del número de terabytes de memoria del disco duro requisado, pero el hecho de que la Policía lleve cuatro años escudriñándolo nos induce a pensar que su capacidad de almacenamiento es verdaderamente impresionante. Tecnología punta en el centro social, gracias quizás al apoyo del comando informático de ETA.

El miércoles 5 de diciembre, la estrategia de criminalización llega al punto culminante. Lo que las fuentes policiales oficiales no se atreven a decir de forma explícita es afirmado por el sindicato policial SUP. Ya no es que pudiera caber dentro de lo posible que el entorno etarra asesorara a los okupas en la construcción del “zulo”, es que, como destaca ABC en su portada “El zulo de los okupas era igual al que ETA utilizó con Ortega Lara”. Observesé que se afirma que era “igual”, ni siquiera parecido, exactamente igual, sólo le faltaba un detalle, que dentro estuviera el propio Ortega Lara.

La burrada de esta acusación corresponde al SUP que afirma el parecido del mismo con los que han sido localizados en el País Vasco, pero para el ABC no es suficiente y el titular ni siquiera habla de este absurdo parecido sino de que es “igual”. Luego el ABC, basándose en esta fuente, continúa con su esperpéntica ficción; “Hay dudas de que «únicamente» fuese para resistir”, subtitula la información. El portavoz del SUP dice que los okupas “contaron con lo que calificó como «asesoramiento certero» para la construcción del zulo”. Este “había sido dotado de sistemas de ventilación y respiración”. Igualito que el de Ortega Lara (y que las minas de Riotinto).

Eso sí, “en cuanto a la posibilidad de que el agujero también dispusiera de logística para permanecer en su interior, Manuel Espino [portavoz del SUP] fue cauto y ni confirmó ni desmintió tal posibilidad”. Menos mal que fue cauto, en línea con el resto de sus declaraciones. Lo absurdo es que justo en este punto, que el agujero “dispusiera de logística para permanecer en su interior” no se explica tanta cautela, precisamente el agujero había sido diseñado para permanecer en su interior como lo hicieron los dos activistas de Casas Viejas durante las 36 horas del desalojo.

El diario ABC fue pionero y el máximo difusor de la estrategia de vincular a Casas Viejas con ETA, pero no fue el único medio que lo hizo. Que la propia Policía insinuara intencionalmente esta línea argumental hizo que otros medios también participaran de esta estrategia de criminalización. Sin embargo, ni en ese momento ni tres años después la Policía llegó nunca a realizar una acusación formal sobre la supuesta vinculación de ETA y Casas Viejas, ello a pesar de que la propia asamblea le retó públicamente a ello. Simplemente esas insinuaciones sirvieron para tratar de lesgitimar al movimiento y minimizar su apoyo entre la población. Que el tiempo haya puesto de manifiesto el absurdo de tales acusaciones no tiene ninguna incidencia cuando los hechos han caído en el olvido y la estrategia sirvió para cumplir el objetivo perseguido.

Lo que diferencia a ABC de otros medios, de todas las ideologías, que también fueron víctimas de la estrategia policial, es que en este periódico nunca se dudo de tales acusaciones, se introdujeron acusaciones propias y nunca se publicó una sola opinión o información favorable a los okupas.

Un ejemplo sirva de comparación, el otro gran diario de la derecha española, El Mundo, tampoco fue favorable a los ocupas en su información, como es natural conociendo la línea editorial del medio. Sin embargo, los lectores de El Mundo sí dispusieron de alguna información plural. Por mencionar sólo algunos ejemplos, se publicó la opinión del Defensor del Pueblo Andaluz que calificaba de “excesiva” la carga policial, el manifiesto de cientos de colectivos y movimientos sevillanos en apoyo a Casas Viejas e incluso una carta al director critica con el editorial del medio del día anterior, negando, como había escrito el editorialista, “el enfrentamiento con los vecinos -con una parte significativa de ellos, al menos-”. Observesé no sólo que el periódico publica una carta crítica con esta afirmación, sino que el propio editorial matiza sus palabras en lugar de afirmar tajantemente el enfrentamiento con la totalidad de los vecinos como hizo el ABC durante toda su cobertura.

Pero más allá, pasados los días y desmontada la falacia de la relación de Casas Viejas con ETA, el periódico El Mundo dedica un editorial a criticar esta falsa acusación bajo el título “Urge aclarar la acusación que vincula a los ocupas con ETA”. En ella se afirma que la operación de desalojo “ha dado origen a una serie de sorprendentes y alarmantes noticias sobre una supuesta vinculación de los ocupantes con el universo de ETA. Los escasos datos que al respecto se han ofrecido no permiten precisar mucho más, […] más allá de saber que en el interior del inmueble desocupado han aparecido textos en euskera, y que uno de los integrantes del grupo guarda alguna relación supuestamente con los organizadores de la protesta en defensa de los presos etarras que boicoteó la fiesta de inauguración de los Mundiales de Atletismo de 1999. […] Hasta la fecha los jóvenes desalojados han negado rotundamente todas las acusaciones, asegurando que todo se trata de una malintencionada filtración de la Policía para desacreditar al movimiento ocupa. […] En cualquier caso, lo conocido hasta la fecha resulta demasiado poco consistente como para que tanto los portavoces oficiales de la Policía Nacional como el Sindicato Unificado de Policía señalen a los ocupas como presuntos colaboradores con una banda armada sin ofrecer inmediatamente las pruebas que permiten sostener tan grave acusación o sin realizar esa acusación en firme y ante el juez. Urge por tanto que concluya la investigación abierta y que se pongan todos los datos sobre la mesa antes de continuar con esta sucesión de revelaciones, por el momento, inconsistentes”.

Este editorial no debe llevar a engaño, el periódico El Mundo fue en todo momento muy crítico con la asamblea de Casas Viejas, tanto en la información como en la opinión publicada en sus páginas. Con una línea editorial cercana a la del ABC no podía ser de otro modo. También cometió errores y publicó información sesgada y poco contrastada, sus articulistas recurrieron al insulto, los tópicos y la ridiculización y, por supuesto, se hizo eco de las falsas acusaciones vertidas por la Policía. La diferencia entre ambos medios no es pues editorial, sino profesional. Aunque mínimamente, El Mundo se esforzó por dar una mínima pluralidad a sus informaciones y fuentes y supo incluso reflexionar sobre sus propios errores. Sin embargo, el ABC nunca tuvo en mente la labor informativa y periodística, sino que se posicionó claramente como un actor implicado en el conflicto -más papista que el papa- y se dedicó de manera descarada a la propaganda y la manipulación utilizando el terrorismo para conseguir sus fines políticos.

Precisamente una carta al director publicada por el diario El Mundo puede servir de reflexión sobre la cobertura del desalojo de Casas Viejas y especialmente el nefasto papel jugado por el ABC. Una carta enviada por unos periodistas sin relación alguna con la asamblea de Casas Viejas y en la que aluden al ABC al mencionar “determinados medios de tradición centenaria”. Merece la pena reproducirla en su totalidad tanto como evidencia de que el ABC, igual que El Mundo, podría haber sido muy crítico con Casas Viejas respetando a su vez los más elementales principios del periodismo, como por la relfexión que los autores hacen del papel del periodismo y de la ignominia que supone usar el terrorismo con fines tan prosaicos:

“Sobre el tratamiento informativo de Casas Viejas,

Sr. Director: Somos periodistas que, a título personal, deseamos reflexionar sobre la cobertura dada a la cuestión del desalojo del centro social okupa de “Casas Viejas” y, más concretamente, sobre las infundadas acusaciones que relacionan a los miembros de este colectivo con la banda terrorista ETA o, lo que con demasiada ligereza, algunos medios han denominado “entorno abertzale”. Al igual que muchos ciudadanos, hemos expresado en numerosas ocasiones nuestro absoluto rechazo y condena a ETA, defendiendo el compromiso y la unidad de todos para acabar, con todos los medios democráticos, con el terrorismo. Pero, honestamente, jamás pensamos que se utilizaría esta amenaza del modo tan irresponsable que algunos medios de comunicación y autoridades han empleado para criminalizar a un grupo de ciudadanos que han optado por una forma no violenta de defender sus ideales. Unos ideales y actuaciones que se podrán compartir o no y que pueden estar sujetos a crítica, como los propios miembros de “Casas Viejas” reconocen con loable dignidad, pero que en una democracia tienen todo el derecho a ser expresadosy respetados. Como periodistas, creemos que las acusaciones vertidas -sin ninguna prueba- son de enorme gravedad y nos sorprende el escaso, por no decir nulo, debate que ha generado entre nuestros compañeros de profesión. Con “Casas Viejas” se han roto unas barreras éticas y de dignidad periodística que tardarán años en recomponerse. Que determinados medios de tradición centenaria puedan -a través de acusaciones no probadas, mentiras y manipulaciones- atacar impunemente a ciudadanos que han actuado en todo momento de modo pacífico es algo que, para empezar, deshonra a nuestra profesión pero, sobre todo, desacredita a quienes lanzan y dan eco a estas gravísimas acusaciones. Que se acuse a un grupo de ciudadanos de haber contado con la supervisión etarra para construir el tunel de Casas Viejas -que no “zulo”- sin aportar pruebas y con argumentos como el haber encontrado documentos en euskera (¡cabe mayor insulto que considerar prueba incriminatoria el poseer material escrito en una de las lenguas oficales de España!)- es llanamente, un insulto a la inteligencia y una falta de respeto a los lectores. Que este tratamiento no haya provocado ni una llamada de atención de la Asociación de la Prensa, de los propios medios o de otras entidades de defensa del lector es preocupante y un claro síntoma de la pérdida de referentes del periodismo como contrapoder. Pero, sobre todo, creemos que hay algo más grave: cuando se utiliza la expresión “entorno de ETA” para atacar a un grupo de jóvenes, en unos momentos tan graves como los que estamos viviendo -cuando recientemente la banda terrorista ha asesinado a dos hombres-, creemos que no solo se está destrozando la vida de personas que se ven injustamente en el punto de mira, sino que, ante todo, se le falta el respeto a las víctimas de ETA. Y lo que es peor: contribuye a que ETA triunfe por partida doble, al instaurarse el miedo a disentir y convertirnos a todos en delatores y sospechosos”

Esta carta resume bien lo acontecido y la reflexión sobre el periodismo que hemos pretendido abrir con el ejemplo del ABC y Casas Viejas. Solo faltan unos apuntes importantes para valorar con perspectiva lo escrito hasta ahora: En primer lugar, que cuatro años después la Policía sigue sin presentar la más mínima prueba ni denuncia sobre la relación de Casas Viejas con ETA y el ABC tampoco ha vuelto a publicar nada sobre el tema; En segundo lugar, y yendo al fondo del asunto cuya atención fue desviada por esta estrategia de terrorismo mediático, que en el lugar que ocupaba Casas Viejas sigue habiendo un solar abandonado, lleno de escombros y suciedad, sin que estén siquiera previstos los urgentes equipamientos para el barrio que supuestamente no podían construirse por la ocupación del edificio; Por último, que como la asamblea de Casas Viejas prometió, hoy la ciudad de Sevilla disfruta de un nuevo Centro Social Okupado y Autogestionado, cumpliéndose así el “abc” del movimiento: Un desalojo, otra okupación.

Reflexiones sobre Ganemos Sevilla para no perder antes de jugar

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Se acaban las vacaciones y comienza el trabajo, el estress, la rutina… También el “curso político” y esta vez, más que nunca, con una inusitada ilusión. Lamentablemente el activismo tiene algunos momentos ilusionantes, pero también muchas incertidumbres y mucho esfuerzo a veces desalentador. Uno vuelve de la playa con toda la ilusión por los proyectos en mente y de repente se encuentra con que hay que sacarlos adelante y darles cuerpo, y eso no es tan fácil como imaginarlos.

Primera asamblea; creación de un Ganemos en Sevilla (no vamos a ser menos). Muy ilusionante pero ahora hay que darle forma y me encuentro con que no todo el mundo tiene claro qué, para qué, por qué o quienes. Hay dudas y críticas que desconocía y me voy formando una opinión. Aquí la comparto:

La primera duda que parece que surge es cómo se ha gestionado el proyecto. Desde luego convocar reuniones en el agosto Sevillano no invita a la participación. También parece que se ha usado el clásico método de las capas de la cebolla. Un día algunas personas tomando una cervecita barajan la idea de replicar Ganemos en Sevilla. Habla cada una con otras compañeras que podrían estar interesadas. Se convoca una reunión más amplia, luego otra y otra, hasta que se hace una abierta.

Aquí surgen ya las primeras críticas de algunos. En este sentido comparto la falta de acierto y la premura, pero no tengo por qué tomar como maldad lo que puede ser torpeza. Así que aplico la presunción de inocencia, entre otras cosas porque más allá de las diferencias políticas o los posibles errores no tengo ningún motivo para dudar al menos de algunos de los promotores, los que conozco personalmente. A ver, no se puede convocar una asamblea abierta sin que antes alguien la convoque, eso lo hemos hecho todas, yo el primero. Quizás haya habido errores pero…¡keep calm!

El segundo punto importante es aclarar qué es lo que realmente se acordó en esa primera reunión ampliada del 3 de septiembre. En principio está claro; lanzar Ganemos Sevilla. Otra cosa es entender qué es eso a día de hoy. Fue uno de los puntos decisivos del debate. Yo entendí, no sé si me equivoco, que se trata de hacer un llamamiento a la confluencia para crear una candidatura a las elecciones municipales. Una confluencia que, a día de hoy, no está para nada definida. Obviamente definirla es un punto fundamental, pero sobre la futura definición solo puede haber sospechas porque en la asamblea desde luego no se delimitó el concepto. Yo diría que se hizo un llamamiento a un espíritu de confluencia vago e impreciso que creo que flota en el ambiente. Cuando se concrete y se tracen sus contornos será el momento de debatir si nos gusta o no -porque no se trata de confluir a toda costa- pero hoy por hoy no está definido. Precisamente con la voluntad de que no se diera nada por definido al manifiesto propuesto se decidió llamarlo mejor llamamiento. Un texto insulso, no porque no esté bien sino porque no dice gran cosa, no más de lo que dice el nombre Ganemos en el contexto político actual. De hecho creo que un llamamiento para debatir debe ser así, sin contenido real, pues éste debe ser fruto del debate posterior al que se llama. Tras el debate estaremos en condiciones de elaborar un verdadero manifiesto y darle contenido a la propuesta. En lo concreto la idea es publicarlo en la red y tratar de recopilar firmas que lo avalen; 10.000 creo que es el objetivo. En resumen; mi interpretación es que no ha nacido Ganemos, sino un llamamiento para crear Ganemos.

Considero por tanto que más allá del acierto o error de los tiempos y la forma de convocar, las críticas a lo que es Ganemos Sevilla son precipitadas. Son creo sospechas legítimas pero que no tienen por qué materializarse. Aún así es importante debatir sobre ellas.

La primera sospecha que creo que flota en el ambiente (o al menos en mi ambiente) es la presencia de “notables”. Como son caras conocidas voy a mencionar los nombres que todos están pensando: Rubén Sánchez, José Chamizo y Juan Torres. Por lo que los conozco, no me identifico ideológicamente con ninguno de los tres. Digamos que pertenezco a otra tradición ideológica y activista. Sin embargo, si la idea es confluir -más allá de los límites infranqueables que cada uno considere para esa confluencia- no descarto a priori que sean personas (o perfiles, añadiendo lo que éstas puedan representar) a tener en cuenta. Es legítimo sospechar de cierto afán de protagonismo, el problema es que por su notoriedad pública estas personas ya son protagonistas aunque no abran la boca en una asamblea. Por supuesto los medios, que no entienden que la gente pueda moverse sin líderes, no van a decir que yo, que también estuve allí pero soy un don nadie, promuevo o lidero la iniciativa. Pero que lo digan los medios o se pueda sospechar no implica que lo digan o pretendan ellos mismos; puede que sí o puede que no, legítima sospecha pero presunción de inocencia. En cualquier caso será la gente que participe la que decidirá la posición de cada uno. Ya alguno ha aclarado que no se presentaría a las primarias y me parece lo mejor porque, aunque se decidiría de forma abierta y democrática, parten con la ventaja de su notoriedad. Creo que pueden aportar esa notoriedad apoyando públicamente el proyecto sin tener por qué ser los candidatos, sobre todo si eso puede crear recelos, pero tampoco creo que se les pueda exigir la renuncia.

Otra de las cuestiones de debate es la presencia en la asamblea de miembros de partidos políticos que han tenido responsabilidad de gobierno en la ciudad. No hablo de militantes de base sino de personas concretas que han ejercido cargos, que lo ostentan actualmente e incluso que lleva en ellos más de una década. En este punto también considero legítima la sospecha de que, más que una iniciativa de confluencia para una candidatura ciudadana, el proyecto acabe en una sopa de siglas, una cobertura para el reciclaje político sobrevenido o una sala de reanimación para proyectos políticos en paro cardiaco; la vieja política con nueva marca blanca. Como decía, la sospecha es legítima pero no tiene por que confirmarse. Desde luego en una asamblea abierta no se puede echar a alguien a priori solo por verle la cara. Si de verdad alguien pretende usar Ganemos de refugio para mantener viejas prácticas, la definición del proyecto debería ir borrándole la idea de la cabeza. Lo que tampoco creo es que se pueda excluir a nadie de principio. Está claro que, por ejemplo la gente de IU que quisiera participar debería asumir una profunda crítica a la política que hasta ahora ha llevado a cabo la coalición, sin necesidad de exigirles tampoco que se hagan el harakiri. También creo que el proyecto en su definición debería dejar claro que la nueva política no puede ser una profesión de por vida, aplicando los límites de mandato también a la trayectoria anterior en otras formaciones para evitar empalmes.

En el centro de la controversia está también el papel de Podemos en todo esto. Quiero dejar claro que estoy participando en Podemos para que se tenga en cuenta, aunque trataré de ser objetivo, al fin y al cabo Podemos tiene unos meses y aunque me gusta no puede formar parte de mi identidad personal más arraigada, esa que se construye con el paso de los años. Creo, y se habló en la asamblea, que Podemos está llamada a ser una fuerza fundamental en este proyecto. Si Podemos no está, esto no tiene mucho sentido. Pero también es cierto que Ganemos debe ser algo más que Podemos. Muchos compañeros de Podemos piensan que estando ya esta en el escenario político, es absurdo crear otro espacio. Que todo el que apueste por un cambio rupturista dispuesto a tomar las instituciones puede participar libre y democráticamente en Podemos, que además está en proceso de constitución por lo que se puede participar en su propia definición. En cierto sentido es verdad, pero hay que tener en cuenta la importancia de la identidad. No es mi caso, pero entiendo que a alguien que de buena fe participa ya en otro colectivo y se siente parte del mismo no le resulta fácil dejar esa identidad y tomar otra distinta. Ganemos sin embargo permite esta transición. De acuerdo con que no se trata de una sopa de siglas, sino de una candidatura de ciudadanos, pero pertenecemos a colectivos y tenemos afines que no se pueden olvidar. Ganemos desborda en ese sentido a Podemos y, siempre que se haga bien, me parece una buena apuesta. Hay que reconocer a Podemos el mérito de haber dado con la tecla que está concretando la indignación en un proyecto político con potencial para devolver al pueblo las instituciones. Sin embargo el acierto no solo depende de la inteligencia y el buen hacer, sino también del contexto, incluso de la suerte. Cuando el 15M, la plataforma Democracia Real Ya dio en la tecla con un discurso inclusivo y un buen uso de las redes sociales. Gracias a ella saltó la chispa, pero hay que comprender que estábamos en un charco de gasolina y cabe la posibilidad de que hubiera prendido con cualquier otra. Podemos lo ha hecho bien, pero eso no significa que no se pueda mejorar. Por las cuestiones ya planteadas, creo que el lanzamiento de Ganemos no se ha hecho del todo bien, pero ahí está. Hay mucha gente válida ilusionada con la idea, puede ayudar, como en otras ciudades, a aglutinar diversas identidades en un proyecto común e inclusivo y todas las sospechas que pueden achacársele se pueden resolver.

Lo que para mi sería un auténtico desastre es que en las próximas elecciones municipales nos encontráramos con dos papeletas; la de Podemos y la de Ganemos. Sería un desastre porque evidenciaría el fracaso de la izquierda sevillana para debatir, buscar puntos de unión y presentar a la ciudadanía un solo proyecto ilusionante y transformador. Estratégicamente (y no olvidemos que estamos hablando de elecciones y no de filosofía), dispersaría el voto en dos opciones sobre las que muchos podríamos tener claras las diferencias, pero que no harían más que confundir a buena parte de los votantes potenciales. No solo eso sino que la mera imagen de división mitigaría la ilusión generada albergando el escepticismo sobre la última de una larga tradición de división de la izquierda (la de verdad, no la que se nombra como tal). Y, por supuesto, públicamente no se hablaría ya de castas, desahucios, paro, pobreza, etc., sino de peleas internas.

Podemos está ahí y ahora también Ganemos, podríamos debatir sobre si alguna no debiera haber aparecido, sobre si se ha hecho todo de la mejor manera, incluso sospechar de viejas jugarretas e intereses inconfesables (vuelvo aclarar que por ahora sospechas legítimas pero no demostradas), pero está ahí. Si no lo miramos, no lo vemos, pero existe (¿si se cae un árbol y nadie lo ve se ha caído realmente? Pues claro, si lo dudas pregúntale al árbol). Yo invito a todo el que tenga dudas a que trate de erradicarlas participando, porque si no lo hace y las sospechas tienen algún fundamento, terminarán materializándose y entonces podremos lamentarnos pero nos afectará.

Podemos tiene que estar ¿y quién más? Bueno como decía no hay nada definido pero parece claro que habrá que establecer unas líneas claras, las que marca el respeto a la marca Guayem Barcelona replicada en Ganemos. Si no respetamos esto estaremos haciendo un Luis Salom en toda regla. Para mi algunas de esas líneas son:

Si se llama Ganemos (y no Ayudemos) es para ganar, no para ser muleta de nadie. Se trata de vencer al PP y también al PSOE. Si el PASOK, perdón, el PSOE, cautivo y desalmado, tiene tras las elecciones un concejalillo de sobra que está dispuesto a regalar a cambio de NADA para que no gobierne el PP (el mal menor que siempre defendieron) ya debatiremos si aceptamos su apoyo en caso de extrema necesidad. Pero en principio el 15M lo dejó claro, lo que hay que vencer es al PPSOE. Bienvenidos los militantes socialistas que quieran participar y apoyar, aquí no se excluye a nadie por haber estado en el PSOE siempre que sepa que se mete en un colectivo cuyo objetivo es precisamente derrotar también a su antiguo partido.

Además no se trata solo de ganar, sino de transformar el Ayuntamiento. No se trata tampoco de hacer la revolución (a algunos no nos faltan ganas pero tampoco realismo) pero sí de hacer reformas revolucionarias dado el contexto actual. No se pretende un matiz más social o de izquierdas o una regeneración de la vieja política, sino una nueva política. No se trata de dar más viviendas que gobiernos anteriores sino de acabar con el problema de la vivienda, por ejemplo. Tampoco se trata de no robar, sino de ser ejemplares: limitación de mandatos y cargos, de sueldos, transparencia, etc.

Los perfiles del proyecto se irán definiendo, pero creo que estas ideas básicas alcanzan un gran consenso (tanto en Ganemos como en Podemos y otros colectivos) y deben estar claras. Asumiendo esto, todo el mundo es bienvenido.

Estamos en un momento histórico. Comprensiblemente hay dudas, sospechas, recelos, etc. que son legítimas pero que simplemente no nos podemos permitir (¿estamos sospechando por encima de nuestras posibilidades?). La historia nos ha encomendado una tarea (me pongo trascendente): En las próximas elecciones municipales debe haber una papeleta, y solo una, que exprese la ola de indignación que ha recorrido este país y también esta ciudad; que exprese una nueva forma de hacer política en la calle y también en las instituciones. Podrá haber también papeletas de otros partidos más o menos afines con los que, llegado el caso y si no se han sumado antes, se pueda pactar, pero representando a ese espíritu y esa ilusión compartida debe haber una, y solo una. El momento es ahora y aquí en Sevilla no vamos a ser menos.

La fuerza de la izquierda y su debilidad electoral: Reflexión profunda sobre las elecciones europeas

La alta abstención no permite sacar conclusión alguna, pero la crisis de la izquierda parece más relevante que la crisis económica a la hora de valorar los escasos votos emitidos.

Los resultados de las elecciones europeas son, a primera vista, decepcionantes para la izquierda. Las elecciones dibujan una europa dominada por la derecha, con destacada presencia de la extrema derecha. Pretender edulcorar esta realidad o celebrar tibios avances particulares es un ejercicio de autocomplacencia que sería mejor dejar a las ejecutivas de los partidos profesionales, verdaderos expertos en escudriñar la estadística en busca de victorias parciales que soslayen la evidencia de la derrota. Victorias que lo son más de la propia estadística y del arte asociado a la misma, la manipulación interpretativa; Desciende la caída, se consolida el suelo electoral, baja pero menos, pierde pero poco, etc, etc, etc.

No es la autocomplacencia el objetivo de esta reflexión, sino acotar el resultado electoral a su justa medida, contextualizarlo y no extrapolarlo a interpretaciones más amplias dónde las votaciones tienen poco que decir.

Para ello, lo primero que hay que tener en cuenta es la representatividad de los resultados sobre el pensamiento e ideas de la población europea. Con una abstención del 57,06 % simplemente podemos decir una cosa; no tenemos datos. Cualquier sociólogo sabe que sin un índice de respuesta alto cualquier resultado carece de la más mínima objetividad científica y por lo tanto no es interpretable. Por ello los encuestadores, cuando preguntan por el voto, no se conforman con el voto directo (los que afirman que votaran por alguna candidatura), sino que extrapolan la supuesta intención de los votantes de todo tipo de indicios, el llamado voto indirecto (a quien votó la pasada elección, quién prefiere que gane, dónde se sitúa ideológicamente, como valora a los líderes políticos, etc).

La abstención, por tanto, anula la racionalidad de cualquier interpretación de los resultados más allá del objetivo único de una elección; asignar escaños a representantes. La propia abstención es además interpretable, pero tampoco poseemos datos que avalen realmente cualquiera de las lecturas que se puedan hacer de la misma. Las hay para todos los gustos; desde la izquierda se interpreta a veces como una deslagitimación del sistema político mientras que desde el estatu quo se interpreta como un consentimiento implícito del orden existente. Ambas tienen algo de realidad pero mucho más de deseo de ratificar los postulados personales previos. Lo único que realmente podemos decir es que no podemos decir nada. Quizás la famosa frase socrática “sólo sé que no sé nada” no tenga el sentido filosófico que se le atribuye y sea sólo el resultado del análisis de Sócrates sobre alguna votación en el ágora con alto porcentaje de abstención.

Tener en cuenta la abstención como el dato principal, sobre todo cuando representa la opción mayoritaria, no impide tratar de escudriñar el resultado de los votos válidos. Pero para ello hay que tener en cuenta también las diferentes actitudes y motivaciones para el voto. Si todos los votantes dieran a su voto el mismo sentido sería fácil interpretar los resultados, pero resulta que algunos votan lo que prefieren, otros lo que creen que tiene posiblilidades (voto útil), otros votan contra lo que no quieren (voto de castigo), algunos votan un programa completo y otros una medida particular, muchos votan por identificación étnica, de género, profesional, etc. Para más complicación, en unas elecciones europeas el voto depende en gran medida de las circunstancias y los contextos estatales y, además, de si la intención de los votantes es realmente elegir un parlamento europeo o mandar un mensaje a sus propios parlamentos estatales. En definitiva, sabemos lo que se ha votado pero no podemos saber nunca por qué.

Por último la sensación de éxito y fracaso depende muchas veces de la asignación de escaños. En estas elecciones en el Estado Español se elegián 50, en las pasadas y en las próximas 54. Imaginemos la interpretación que muchos harían si alguno de esos 4 escaños hubieran recaido en las opciones la izquierda real. Con los mismos votos, la sensación sería otra.

Pero hay otro hecho que creo destacable en la relidad del voto. Votar no es opinar sobre un programa, unas ideas, o unas propuestas. Es traducir esas ideas generales en el apoyo a una candidatura, y para ello hace falta en primer lugar tener más o menos claras esas ideas y por último elegir una candidatura que las represente, si es que la hay. De esta interpretación, tan subjetiva como la que más, extraigo una reflexión que puede ayudar a explicar la contradicción de la victoria de los gestores del sistema en un momento de crisis profunda del sistema que estos promueven.

La crisis económica no es el contexto fundamental para interpretar los resultados, sino la crisis de la la izquierda. Una crisis que no debe ser entendida como debacle de un modelo sino como la reorganización, reinterpretación o reconfiguración de la izquierda europea. Veamos un ejemplo.

En Francia ha habido dos huelgas generales contra la crisis económica y las medidas del gobierno de Nicolas Sarkozy. Ambas huelgas generales han tenido el apoyo mayoritario de la población. En tiempos recientes Francia a sido el obstáculo de medidas neoliberales como el Contrato de Primer Empleo (CPE) o la Constitución europea, que han encontrado en este país un rechazo sin precedentes, saliendo victoriosa la oposición a estas medidas. Sin ánimo de euforia, me atrevo a decir que en Francia tenemos a la izquierda más fuerte de Europa. Pero, ¿no ha ganado abrumadoramente la derecha?. Pues claro que sí, no podía ser de otra forma. La fuerza de la izquierda francesa tiene su lado positivo en la capacidad de movilización social. Pero el profundo debate y la reconfiguración de la izquierda real en Francia tiene un efecto negativo en su capacidad de representación electoral que explica la aplastante victoria de la derecha.

El propio Partido Socialista se haya dividido entre los centristas o socioliberales de Royal y la socialdemocracia tradicional de Aubry llamada también miss 35 horas. La división viene de lejos y tuvo su último episodio en el referendum de la Constitución europea que produjo fisuras en el buró socialista y entre este y su electorado que mayoritariamente votó en contra de la Constitución y en contra de los dictados de la cúpula del partido.

A su vez surgen nuevos referentes como Europa Ecológica -con Dani “el rojo” o José Bové-, se reconstituye la Liga Comunista Revolucionaria en el Nuevo Partido Anticapitalista de Olivier Besancenot y el histórico Partido Comunista Francés se alía con otros grupos en el Frente de Izquierdas.

La conclusión de estos movimientos no es la simplista “división de la izquierda”, es algo mucho más profundo, es el debate y la reconstitución de la izquierda francesa. Si sólo fuera la división, los partidos de izquierda sumarían el 45,3% de los votos mientras la derecha tendría el 47,3%. La derrota sería ajustada, pero este consuelo nunca justificaría mi impresión anterior de que en Francia existe hoy día la izquierda más potente del continente. Es más, si así fuera, el panorama sería aún más pesimista ya que el aladid de la izquierda no llegaría siquiera a ganar por la mínima a la derecha. Podemos retocar esta interpretación de la división de la izquierda como factor explicativo basándonos en que el conjunto es más que la suma de las partes. Según esta idea, una izquierda francesa que se presentara unida conseguiría mucho más que el 45% de votos obtenidos por separado por las candidaturas que compondrían esta supuesta unidad. Pero además de ser ridícula la unión en un mismo partido de Royal y Besancenot, la división interna podría ser aún más perjudicial que la división externa de las candidaturas.

En Francia, como ejemplo ilustrativo, lo que existe no es ni un dominio de la derecha ni una división de la izquierda. Exite una reflexión profunda en el seno de la izquierda que se manifiesta ante todo en un cuestionamiento de la socialdemocracia imperante en europa desde la caída del bloque soviético. Es el modelo de la supuesta izquierda lo que está en decandencia. Ello explica la crisis general de la izquierda, pero entendiendo el término crisis como punto de inflexión. Un momento en el que lo viejo no acaba de desaparecer mientras lo nuevo no termina de presentarse. Y este punto crítico es la mejor plataforma para la arrolladora victoria de la derecha. Una victoria que debe alegrar a los neoliberales y conservadores pero que debería preocuparles si son capaces de ver más allá. Si atisban el resurgimiento de una izquierda combativa que ya ha demostrado su capacidad de movilización social pero que aún no ha encontrado un referente electoral.

Más allá de Francia, la crisis del modelo socioliberal se retratata en la cuna de la socialdemocracia mundial y en el referente histórico de la misma. EL SPD alemán ha obtenido los peores resultados de su historia. Si estamos de acuerdo en que la socialdemocracia ha dominado europa desde los años de la posguerra fría hasta los noventa, el hundimiento de su buque insignia debe llevar a una reflexión profunda sobre la situación de la izquierda socioliberal o socialdemócrata, que no es toda la izquierda y que mejor podría decirse que ni siquiera es izquierda.

Esta reconfiguración de la izquierda no se limita al continente europeo. Las movilizaciones contra la globalización neoliberal son otro síntoma. Masivas protestas pero aún pocas propuestas. La izquierda global se ha presentado en público y luego se ha retirado porque cuando ya tenía la palabra, aún no sabía que decir. En América Latina ya se atreve a decir algo. Como no sabe exactamente el qué, se limita a decir lo que siempre ha dicho pero modernizándolo, como refleja el término “socialismo del siglo XX”, que igual podría llamarse “socialismo 2.0”. Nada nuevo diría, salvo que es nuevo.

En resumen los resultados electorales no pueden interpretarse más allá del objetivo de unas elecciones; la asignación de cargos públicos. La mayoritaria abstención no permite siquiera intuir una opinión general de los votantes. Y el dominio aplastante de la derecha electoral tampoco puede extenderse a un dominio absoluto de la derecha social.

Desde la caída del bloque soviético la izquierda entró en una profunda crisis. Aún la socialdemocracia tradicional, aquella que nacionalizaba empresas y que construyó el Estado de Bienestar, pudo paliar el declive de la izquierda edulcorando su recesión con medidas parciales y discursos falsificados. Pero el modelo socioliberal, el apuntalamiento del sistema capitalista sin cuestionar para nada sus cimientos, no podía durar mucho tiempo. Era un modelo víctima de su enorme contradicción y acabó supeditado de manera absoluta a la lógica csapitalista. La crisis socialdemócrata, la globalización neoliberal y la crisis del Estado del Bienestar dieron alas al absoluto dominio neoliberal de 90. Hoy, el dominio neoliberal se muestra más fuerte que nunca en el terreno electoral, pero esto no es más que un espejismo.

La izquierda real se ha retirado del combate y en la retaguardia debate la próxima estrategia de ataque. Mientras, deja terreno a la derecha para ocupar posiciones en el campo de batalla. De esa nueva estrategia y de su éxito o fracaso depende que el mapa actual de Europa sea el de una guerra de trincheras -dominando la derecha gran parte del campo de batalla- o que esta situación sea sólo la instantánea de una guerra relámpago y por tanto poco pueda decirnos de la situación real de las fuerzas combatientes.

Pero ojo, ni hay motivos para el pesimismo absoluto, ni hay por supuesto motivo alguno de alegría. Lo que si hay es un motivo de preocupacíon y este no es tanto el dominio de la derecha europea como la irrupción de la extrema derecha. Ni el neoliberalismo ni la socialdemocracia están en condiciones de afrontar la actual situación, independientemente de sus contrapuestos resultados electorales. Pero en esta época de crisis, si la izquierda real tarda demasiado en pasar del debate a la propuesta, el espacio está minado para las respuestas fáciles y simplistas del fascismo. No olvidemos que la crisis del 29 precedió a la instaruración del nacismo, el fascismo y en nacionalcatolicismo.

La izquierda está en fase de reconstitución. Una fase de debate en la que es aparentemente débil pero que si se resuelve de forma favorable puede resultar en la recuperación de las energías y fuerzas de una izquierda realmente combativa. Eso sí, la historia es muy lenta, a veces tanto que desespera, y si el debate no se aborda con paciencia pero con agilidad, esta desesperación puede dar via libre a propuestas desesperadas como el fascismo.

La izquierda no se ha hundido en estas elecciones porque está retirada de la arena electoral. Está reflexionando, debatiendo y preparando su próxima estrategia. El primer paso es recuperar la calle pero algún día el debate debe terminar en conclusiones que avalen una propuesta electoral solvente. Entonces podremos medir la situación de fuerzas en Europa. Mientras tanto, ojo al fascismo.

Cuando el cuarto poder quiere ser el primero

TVE se posiciona en contra de la obligación de emitir bloques informativos electorales proporcionales a la representación parlamentaria.

La segunda edición del Telediario de TVE de ayer recogía una información sobre la denuncia de la Asociación de Prensa de Madrid, el Colegio de Periodistas de Cataluña y el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia, “que también apoya el Consejo Informativo de TVE” sobre lo que ellos califican una imposición de “bloques electorales”.

La información comenzaba con la locución del presentador, Lorenzo Milá, que exponía que los medios de comunicación y en especial las televisiones públicas estaban “obligadas a cumplir a rajatabla un tiempo y un orden que marca la JEC de acuerdo con los resultados electorales de los partidos políticos”. Con esta denuncia, que daba paso a una serie de durísimas críticas contra la obligación de emitir «bloques electorales tasados y cronometrados», quedaba claro el mensaje de fondo.

Las asociaciones denunciantes y el Consejo Informativo de TVE, consideran que son los únicos depositarios y guardianes de los derechos a la información recogidos en el artículo 20 de la Constitución vigente. Es más, consideran que “sus” derechos están por encima de los derechos amparados en el texto, por encima del poder legislativo que mediante la Constitución y otras leyes dictamina esta obligación, por encima del poder ejecutivo encargado de hacer efectiva la misma y por encima del poder judicial, en este caso la Junta Electoral Central que ejerece de alguna forma esta labor en temas electorales. La prensa o el “cuarto poder”, llamada así de forma informal ya que a diferencia de los tres poderes clásicos no hay ningún estatuto jurídico que le otorge esta facultad, pretende posicionarse como superior a todos los poderes, como el primero, como el único poder legítimo.

Es curioso que no sólo resalten que la ley sea una imposición, como todas las leyes, sino que Lorenzo Milá denuncia la obligación de “cumplir a rajatabla”. El colmo de los desmanes. No sólo pretenden obligarles a cumplir una ley, sino que además deben cumplirla “a rajatabla”, sin dejarles si quiera saltarsela un poquito, coquetear con la ilegalidad, delinquir aunque sólo sea un ratito. Curiosa percepción jurídica la del derecho al delito.

Pero sigamos desgranando las declaraciones contenidas en la noticia. Lorenzo Milá afirma que “esos criterios (la obligación de bloques electorales tasados) no son periodísticos y atentan contra la libertad de información”. Luego la voz en off de una reportera continúa afirmando que “este sistema no sólo pone trabas al trabajo de los periodistas sino que vulnera el derecho de los ciudadanos a una información libre y plural”.

Es decir, para TVE y las asociaciones denunciantes, son los periodistas los únicos depositarios de los derechos a la libertad de expresión e información. Es más, no sólo son los únicos amparados por estos derechos sino que a ellos corresponde de forma exclusiva incluso legislar sobre los propios derechos que les amparan. Vienen a decir que todo lo que tenga que ver con la libre expresión e información debe ser regulado por ellos mismos con sus propios “criterios periodísticos”. Algo parecido a pretender que sean los profesores los únicos legitimados a regular el derecho a la educación. Pero eso sí, no vaya a parecer que su actitud es corporativista, resaltan que “se vulnera el derecho de los ciudadanos a una información libre y plural”. Precisamente la única ley que obliga a respetar la pluralidad informativa dando derecho de acceso a los medios públicos al menos a los partidos con representación parlamentaria y sólo durante la campaña electoral, supone un ataque a la pluralidad según estos “criterios periodísticos”. Asombroso.

Pero sigamos porque -si aún tenemos capacidad de asombro- las declaraciones de las asociaciones de la prensa prometen dejarnos con la boca abierta, el único derecho de “expresión” que aún no pretenden monopolizar los periodistas profesionales.

Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, afirma que esta ley “es un disparate que se le ocurra además a cualquiera”. Suponemos que con cualquiera, Urbaneja se refiere a los redactores de la Constitución en cuyos principios se basa la ley, a los legisladores que la redactaron y a los jueces que velan por su cumplimento. Lo preocupante es que todo el sistema legal se basa en “ocurrencias” similares de estos “cualquiera”. Con lo que toda ley podríamos calificarla de “disparate”.

Finalmente resume de forma taxativa: “se trata de hacer información con libertad”. Sin comentarios por ahora. Analizaremos al final los derechos y libertades en materia informativa. Eso sí, aún podemos seguir presuponiendo nuestro derecho a la libertad de expresión abriendo la boca un poquito más.

Josep Carles Rius, decano del Colegio de Periodistas de Cataluña, resume la cuestión: “Esto en el fondo es crear un estado de excepción en un periodo determinado y en una democracia madura y consolidada como la nuestra pues no tiene ningún sentido”. Menos mal que al menos reconoce que este “estado de excepción” se produce sólo “en un periodo determinado”, con lo cual demuestra de paso el conocimiento del lenguaje propio de tan destacado periodista, y en concreto del término “excepción”. Lo que no demuestra tanto es el conocimiento jurídico de lo que supone la declaración del “estado de excepción”. Algo preocupante ya que, aunque los especialistas en conocer las leyes son los juristas y no los periodistas, estos últimos necesitan un conocimiento mínimo para informar de un tema tan importante y un conocimiento máximo si pretenden ser ellos los encargados de legislar, al menos en asuntos relacionados con la información, como se desprende de sus declaraciones anteriores.

En el fondo del asunto está una consideración restrictiva del derecho a la información. Una lectura que para nada es la que recoge el articulo 20 de la Constitución vigente ni ninguna de las leyes que lo desarrollan, aunque como vemos el punto de partida de estos argumentos es que son los periodistas -y no la ley, la ciudadanía, los políticos, los jueces u otras otrganizaciones e instituciones ajenas a la profesión- los únicos legitimados para interpretar este derecho.

Escondiendose en el derecho de los ciudadanos, niegan el derecho a los ciudadanos, defendiendo la necesidad de información plural, niegan el derecho a la pluralidad.

En la misma edición del telediario de TVE en la que se rechaza la obligación de bloques informativos que reflejen la pluralidad, al menos en campaña electoral, exigiendo que esta se ajuste a “critrerios periodísticos” dan paso a un bloque informativo sobre las elecciones europeas del 7 de junio. Al no estar aún en campaña electoral, no rige aún la ley denunciada que obliga a los medios públicos a establecer bloques electorales tasados para los partidos con representación. Una oportunidad de oro para comprobar la pluralidad informativa cuando los “criterios periodísticos” están libres de “imposiciones”, cumplimientos “a rajatabla” y “estados de excepción”.

Resultado de la pluralidad bajo “criterios periodísticos”:

Información sobre el PSOE = 55 segundos.

(Informan del vídeo electoral del PSOE y presentan unas declaraciones de Felipe González, anunciando además que hablará en el programa 59 segundos, también de TVE)

Información sobre el PP = 49 segundos.

(Informan sobre el mítin del PP y presentan unas declaraciones de José María Aznar)

Información sobre el resto de partidos = 0 segundos.

Absolutamente nada, ningún acto, ninguna declaración, ningún video, ningún anuncio de próxima intervención en algún programa, sólo se mencionan algunos y otros se reflejan en los gráficos que explican el funcionamiento de las elecciones, la formación de coaliciones y los escaños que corresponden a España. Muy plural, como vemos, y sin necesidad de imposiciones al excelente trabajo y profesionalidad de nuestros periodistas profesionales. (ver http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090520/telediario-2-20-05-09/509276.shtml?s1=programas&s2=&s3=)

Para acabar, que mejor que leer el artículo 20 de la Constitución vigente y el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sobre el derecho a la libertad de expresión e información. Unos artículos que aún regulan estos derechos aunque quizás algún día sean derogados para ajustarse a los “criterios periodísticos” que se postulan como los únicos depositarios y guardianes de los mismos. Una lectura recomendada para cualquiera pero, especialmente, para el Consejo Informativo de TVE, la Asociación de Prensa de Madrid, el Colegio de Periodistas de Cataluña y el Colegio Profesional de Periodistas de Galicia. Me permito incluso, señalar en negrita algunas partes que parece que han escapado a sus “criterios periodísticos”.

Constitución Española de 1978

Título I, Capítulo II, Sección I, Artículo 20:

1. Se reconocen y protegen los derechos:

  1. A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

  2. A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.

  3. A la libertad de cátedra.

  4. A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.

2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

3. La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las Leyes que lo desarrollan y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 19:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

El País censura al columnista Enric González por criticar a los dueños de la empresa

Esta es la noticia de Enric González debía haber salido el jueves, en negrita la frase motivo de la censura

Rodeados, ENRIC GONZÁLEZ

No he visto aún el arranque de Operación Triunfo, en Telecinco. En realidad, a la hora de escribir estas líneas (19.30 del miércoles), el cuerpo me pide que me abstenga. Pero cuando el hipotético lector tenga este periódico en las manos, o en la pantalla, las cosas habrán empeorado. Y yo, con toda probabilidad, me habré autolesionado con un electrodoméstico, con un televisor, concretamente. O sea, habré visto OT. Y habré asistido a la presentación de Ramoncín, paladín de la propiedad intelectual y de los derechos de autor, como miembro del ilustre jurado. Es de suponer que para entonces, mi mañana y su hoy, andaré aún peor de ánimo. Quién iba a decirle a uno que acabaría añorando a Risto Mejide.

Lo que puede ir mal, va mal. Eso ya lo sabíamos. Aun así, resulta difícil no apenarse ante el presunto fichaje de Francisco Rivera, también conocido como Kiko o como Paquirrín, por parte de Sé lo que hicisteis (La Sexta). La gracia de ese programa solía consistir en la aparente distancia con que se abordaban las monstruosidades televisivas: emitían trocitos de basura, pero era basura ajena, fenómenos frikis de otros espacios, de otras cadenas, y envolvían el producto con una ironía sarcástica. La incorporación del señor Rivera, como monologuista, aprendiz de monologuista o lo que sea, constituye un cambio cualitativo: Sé lo que hicisteis incorpora su propio monstruito. Si Ana Rosa Quintana tiene a Belén Esteban, ellos tienen al señor Rivera. Francamente, no creo que puedan reírse los unos de los otros. Si acaso, podrán comparar la magnitud de sus respectivas tragedias.Todo esto induce al pesimismo.

Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños. Ya sé que exagero, que esas cosas no pasan. Pero antes tampoco pasaban cosas como la de Ramoncín y Paquirrín, y ya ven. Como decía Manolo Vázquez Montalbán, estamos rodeados.

Y esta es la crónica de lo sucedido escrita por Ignacio Escolar en Escolar.net

Esta columna de Enric González debía haber salido el jueves, pero la dirección de El País decidió no publicarla porque consideraba que hablar, aunque fuese en genérico, de la “ludopatía bursátil de los dueños” era un insulto a los propietarios del diario. Ese mismo día, la asamblea de trabajadores de El País se había mostrado en contra de bajarse el sueldo, una de las medidas que está discutiendo la empresa ante la crisis.

Hoy tampoco hay columna de Enric, ni tampoco saldrá su artículo en el suplemento de este domingo. Pero, según informan fuentes de este diario, Enric González volverá el lunes a su columna. Espero que por mucho tiempo.

http://www.escolar.net/mt/archives/2009/05/la-columna-que-el-pais-no-publico-a-enric-gonzalez-2.html

Lo confieso: no soy estudiante

Ya es imposible ocultarlo por más tiempo. Las evidencias son claras. Las pruebas se acumulan en mi contra.

No, ni yo ni muchos de los que participamos en las protestas contra el Plan Bolonia somos estudiantes. Esta confesión no ha sido nada fácil. Durante algún tiempo hemos tratado de engañar a políticos, policías, voceros y articulistas de los medios y algunos rectores y cargos académicos. Infravaloramos su inteligencia pero evidentemente nos equivocamos. Ellos son más listos y por eso mandan. Realmente, después de confesar este engaño nos quedamos más tranquilos. Nuestra conciencia puede al fin estar en paz.

El primer paso es lo más dificil. Como los alcoholicos anónimos, hemos reconocido nuestro problema y ese ya es un gran paso para superarlo. “Hola, me llamo fulanito y NO soy estudiante”. Suspiro.

Reconocido el engaño la sensación de alivio me lleva a continuar confesando hechos que durante años he mantenido en secreto.

Me manifesté en varias ocasiones por la sanidad pública y no era médico, ni enfermero, ni siquiera estaba enfermo. Me manifesté contra la guerra de Irak sin ser iraquí y contra el genocidio palestino sin ser palestino. Me manifesté contra el paro teniendo empleo, precario, pero empleo. Me manifesté por el derecho a la vivienda sin vivir debajo de un puente. Protesté contra el racismo sin ser negro, chino, árabe, ni latino. Defendí los derechos de la mujer siendo hombre y participé en el día del orgullo gay pero, por ahora, siguo siendo heterosexual. Me indigné por los vertidos del Prestige y ni era gallego, ni pez, ni ave, ni molusco.

Mi falsedad ha quedado manifiesta. No lo haré más. Dejaré de manifestarme por nada que no me afecte de forma directa e individual.

ABC de Madrid y ABC de Sevilla: Misma noticia, distinto titular

Hoy se ha acordado la cuantificación de la deuda histórica andaluza, el desfase entre el presupuesto que Andalucía ha venido recibiendo del Estado y lo que le corresponde según su población real.

El diario ABC recoge la noticia pero destaca la “sutil” diferencia entre el titular de su edición de Sevilla “Junta y Gobierno fijan en 1.200 millones la deuda histórica con Andalucía” y el titular de su dición nacional “Zapatero «regala» 1200 millones de deuda histórica a Andalucía”.

La información que luego incluye la noticia en ambas ediciones es casi una copia exacta, aunque con distinto orden en los párrafos. Pero el titular es muy distinto. Los mandamases de los medios corporativos saben muy bien que son los titulares los que marcan la línea editorial y lo que la mayor parte de la gente lee. Por ello corresponde a los jefes de redacción -y no a los periodistas encargados de redactar la noticia- fijar el titular de la misma. Obviamente esto no limita las “correcciones” que un jefe de redacción puede hacer a los textos de sus periodistas, pero fijar el titular y seleccionar las noticias es la forma más fácil de controlar la línea editorial sin necesidad de revisar el trabajo completo de sus periodistas. Estos tras un elaborado proceso de selección y víctimas de una autocensura bien interiorizada, rara vez comprometerán los objetivos -que no la objetividad- del medio en cuestión.

Así, en la edición andaluza de ABC el titular es bastante aséptico “Junta y Gobierno fijan en 1.200 millones la deuda histórica con Andalucía”. En esta noticia, en su edición digital, se incluye además una noticia relacionada: “Arenas afirma que Chaves no debe aceptar un talón de la ‘deuda histórica’ que es «un insulto a la dignidad» de Andalucía”. Aunque mi interpretación es totalmente subjetiva, se da a entender a los andaluces que la cifra marcada por Junta y Gobierno hubiera sido superior si Arenas gobernara defendiendo de verdad los intereses de Andalucía. Por supuesto no aceptaría este “insulto a la dignidad”.

Sin embargo la edición estatal tiene un titular mucho más sugestivo; “Zapatero «regala» 1200 millones de deuda histórica a Andalucía”. Ya no es la Junta y el Gobierno, sino Zapatero en persona, y la cantidad ya no es fruto de un acuerdo sino de un “regalo”. Por supuesto la protesta de Arenas, que con este titular vendría a exigir un “regalo” mayor, ya no aparece como noticia relacionada. Sólo se alude a él en las acusaciones por parte del gobierno andaluz de las «Mentiras y falsedades» del PP-A”. Mi interpretación, de nuevo subjetiva, es que el ciudadano de otras comunidades no verá de buen grado este “regalo”, fruto sin duda del capricho de Zapatero para premiar a su amigo de partido Cháves.

– Mi conclusión (¿tengo que repetir que subjetiva?) es que al ABC le interesa desgastar al PSOE (a mi también, que conste) en el Estado español pero que es muy consciente de que calificar de “regalo” el derecho a esa u otra cantidad no sería muy bien comprendido en Andalucía. En esta Comunidad no sólo presentan la noticia de forma positiva sino que resaltan la opinión del ilustre Javier Arenas de que esta cantidad no sólo no es un “regalo”, sino que es “«un insulto a la dignidad» de Andalucía”.

– Una segunda conclusión sobrepasa la subjetividad para entrar de lleno en el espacio de la especulación. ¿Cuantas informaciones sobre “regalos” a los vascos y catalanes presentarían este mismo agravio comparativo si existiera una edición del ABC en Bilbao o Barcelona?.

– La tercera conclusión es un consejo a los editores del diario ABC; No basta con modificar el titular.

Aunque su diario no se dirija a un público especialmente crítico, alguno de sus lectores podría hacer el sano ejercicio de la crítica a la información que recibe y, al leer el texto más allá del titular, descubrir como el PP de Andalucía no sólo no se opone a este “regalo” sino que exige mucho más.

En concreto el jefe de redacción de la edición estatal debería haberse molestado en suprimir no sólo la noticia de la opinión de Arenas, sino también las referencias indirectas a su postura en el texto de la noticia. Puestos a manipular, hagamosló de forma profesional.

Otro consejo es que se acuerden de Internet y de lo fácil que es hoy día acceder a la información de ambas ediciones. En este sentido recomiendo la posibilidad de investigar algún sistema que detectando las IP de los usuarios adapten la manipulación según el territorio.

ABC -el único diario centanario que sobrevivió al franquismo sin cambiar su línea editorial- tiene pese a su demostrada experiencia mucho que aprender aún para la manipulación perfecta. Dios (y el rey) quieran que dure otros cien años para lograr la excelencia manipulativa que tan cerca está de conseguir.

Enlace a las noticias referenciadas:

– ABC edición Madrid: “Zapatero «regala» 1200 millones de deuda histórica a Andalucía”

http://www.abc.es/20090316/nacional-nacional/zapatero-regala-1200-millones-200903161602.html

– ABC edición Sevilla: “Junta y Gobierno fijan en 1.200 millones la deuda histórica con Andalucía”

http://www.abcdesevilla.es/20090316/andalucia-actualidad/junta-gobierno-fijan-millones-200903161646.html

– Noticia relacionada en  ABC edición Sevilla:“Arenas afirma que Chaves no debe aceptar un talón de la ‘deuda histórica’ que es «un insulto a la dignidad» de Andalucía”

http://www.abcdesevilla.es/20090316/andalucia-actualidad/arenas-afirma-chaves-debe-200903161650.html

TVE abre un «debate» sobre el Plan Bolonia

TVE presenta su campaña de legitimación del Plan Bolonia como un “servicio público”. Desde luego hacen un gran servicio a la defensa de los intereses del gobierno frente al creciente rechazo al Plan.

Una pequeña embarcación en las costas de Valencia donde unos estudiantes hacen prácticas de biología, la escenificación de un juicio en una Facultad de Derecho o la representación de una disputa familiar interpretada por estudiantes de sicología abren el reportaje de Informe Semanal sobre el Plan Bolonia. Estas imágenes resultan muy atractivas para cualquier estudiante. Lejos de la aburrida clase magistral la Universidad se presenta como unas entretenidas prácticas directamente vinculadas con la profesión soñada.

“Estudios ambientales con aulas en el mar, clases de derecho en salas de vistas…la adaptación de la Universidad Española al denominado Plan Bolonia está modificando los escenarios de la docencia en España.”

El reportaje lo deja claro, todo esto es gracias a Bolonia. Por si el valor de la imagen no fuera suficiente, diversos testimonios presentan las ventajas e inconvenientes del Plan. Eso sí, mientras que la voz en off y las imágenes destacan en todo momento las ventajas, los partidarios del Plan intervienen repetidas veces y sólo al final aparece algún testimonio en contra.

Los telediarios rescatan las mismas imágenes del reportaje -un corta y pega muy profesional- y a veces incluyen algún nuevo testimonio. Por supuesto, en general a favor, pero cuando hay alguno en contra no suelen ser de destacados docentes o ilustrados profesores e intelectuales, ni tampoco de estudiantes militantes, sino de estudiantes normales que defienden sus razones pero carecen de la habilidad expresiva tan importante en la televisión. Uno de ellos se queja de que no pueden estar todo el día haciendo prácticas. En el fondo se encuentra el problema de los impedimentos del Plan para permitir a los estudiantes de pocos recursos compatibilizar trabajo y estudios. En la forma -con su argumentación convenientemente cortada- parece que se confirma el tópico; los que protestan lo hacen porque no quieren esforzarse.

Frente a ellos, estudiantes entusiasmados con sus prácticas, muchos de ellos de universidades privadas. Jóvenes con talento e ilusión, deseando incorporarse al mundo laboral. Ellos son el futuro, los que protestan se aferran al pasado.

Una frase del reportaje debería llamar a la reflexión; “un proceso similar al del euro, pero aplicado al conocimiento”, valoremos ahora las ventajas que ha supuesto el euro para las clases trabajadoras y recemos por que el Plan Bolonia no sea “un proceso similar”.

TVE presenta estos reportajes y noticias como la materialización de su compromiso con el servicio público. Desde luego hacen un gran servicio, pero no al debate sino a la defensa de los intereses del gobierno frente al creciente rechazo al Plan.

Nada extraño en la profesionalidad de TVE. Una televisión en la que para trabajar la condición sine qua non es realizar el Master de TVE.

Resulta indigno ver como en cada telediario de TVE destacan las noticias sobre TVE. Promoción y publicidad de la propia cadena disfrazadas de información. La nueva serie de TVE, el estreno de la película coproducida por TVE, los premios recibidos por TVE, la audiencia de TVE, etc, siempre encuentran un hueco privilegiado entre todos los asuntos de interés general dignos de ser incluidos en la agenda de sus noticieros.

Para mayor descaro, TVE -una televisión pública- se permite el privilegio de criticar su propio estatus. El ejemplo más sangrante lo encontramos la semana pasada. Antes de dar paso a la información sobre las campañas electorales vasca y gallega, la presentadora informa de que los bloques dedicados a cada partido se ajustan al orden y a los tiempos dictaminados por el Consejo Electoral según los resultados de las pasadas elecciones. Tras ello se permite afirmar que TVE no está de acuerdo con este requerimiento ya que la información debe ajustarse a “criterios informativos”. No hay duda de que esos criterios supondrían surpimir toda información de los partidos minoritarios. ¿Quién es TVE para dictaminar que criterios debe seguir la información electoral?. Precisamente al ser una cadena pública corresponde a los poderes públicos y a la ley electoral regular este aspecto, que afecta incluso a las televisiones privadas. TVE tiene derecho a estar en contra, pero no tiene derecho a utilizar los recursos de todos para primar su opinión como ente corporativo.

Ayer mismo, TVE informaba de las pérdidas en su último balance económico. De nuevo aprovechaba para anteponer su opinión como ente. Destacaba como habían reducido gastos pero, por culpa de la obligación de reducir un minuto de publicidad, el balance era negativo. Luego destacaban como la TVE costaba menos a los ciudadanos que las televisiones públicas alemana, francesa o la del Reino Unido, sin mencionar para nada la restricción publicitaria de estas ni la calidad de televisiones como la BBC. TVE tiene razón en una cosa, para dedicarse a la telebasura, la manipulación, el corporativismo y la autopromoción, mejor sería que no hubiera límites a su financiación publicitaria, mejor sería incluso privatizarla por completo.

TVE no es por supuesto la única cadena con los defectos mostrados. Al ver a Susana Griso, como “periodista y madre” informarnos de las ventajas de Actimel, es pertienente preguntarse si ha recibido una compensación económica por ello y, siendo así, si es legítimo presentarse como “periodista” (lo de madre no lo discuto). Resulta también divertido ver cada vez que se publican los datos de audiencia como cada cadena destaca sus éxitos en tal o cual programa y parece que todas sean líederes indiscutibles. El problema es que TVE es pública y si sus directivos envidian la libertad de las cadenas privadas para hacer lo que les de la gana, que hubieran estudiado el Master de Antena 3.

Alemania reivindica su “derecho a defenderse” del terrorismo sionista en Varsovia

Varsovia, 1939 – Fuente: AGENCIAS

El portavoz del gobierno alemán, Joseph Goebbels, afirmó en rueda de prensa que Alemania no puede permitir que el terrorismo sionista en Varsovia continúe amedrentando al pueblo alemán. Se refería a los constantes ataques por parte de las milicias terroristas judías contra posiciones alemanas.

Goebbels criticó la “demagogia y la actitud antifascista” de algunos medios de comunicación y de los manifestantes radicales europeos que critican la intervención alemana en Polonia; “Alemania tiene derecho de defenderse”, dijo. Según fuentes alemanas durante los últimos días se han producido 23 ataques con piedras, bombas caseras y fusiles sobre territorio alemán “y nadie ha dicho nada”.

El canciller alemán, Adolf Hitler, advirtió por su parte de que la intervención alemana en Varsovia será “larga y difícil” y que las tropas alemanas desplegadas en misión de paz están dispuestas a dar una “solución final” al problema del terrorismo judío.

Alemania llamó a la comunidad internacional a apoyar la “guerra contra el terror”. Países como Italia, Japón y España han manifestado su apoyo al gobierno nazi. En palabras del presidente español, Francisco Franco, “el terrorismo sionista supone la mayor amenaza para el mundo y para los valores de libertad y humanidad occidentales”.

El gobierno alemán ha denunciado el apoyo y la connivencia de algunos Estados del llamado “eje del mal” como la Unión Soviética al terrorismo sionista. Según Hitler, “ninguna causa puede justificar el terrorismo”, el lanzamiento de piedras y cócteles molotov sobre los soldados alemanes por parte de los judíos de Varsovia suponen “un ataque frontal a los más intrincados valores de la cultura occidental”.

En referencia a la I Guerra Mundial, Hitler afirmó que “el sufrimiento del pueblo alemán sólo acabará cuando cesen los ataques terroristas” y reivindicó el derecho histórico del pueblo alemán sobre “la tierra prometida de Polonia”. Por último alabó “el valor de nuestros soldados y la fuerza moral de nuestras más profundas convicciones fascistas”.

Por su parte, los terroristas judíos calificaron de “gueto” la situación en Varsovia y justificaron los ataques indiscriminados contra los soldados alemanes desplegados en la zona.

La propaganda sionista llegó a calificar exageradamente de “genocidio” y “holocausto” la situación de los judíos y llamó “campos de concentración” a las prisiones alemanas donde están encarcelados los principales líderes del terrorismo sionista.

Los principales líderes de la comunidad internacional culparon a los judíos de Varsovia de haber provocado esta situación obligando a Alemania a intervenir y exigieron el alto el fuego por parte de las milicias judías y el reconocimiento de la superioridad de la raza aria como muestra de su voluntad para llegar a un final negociado del conflicto.

El “efecto Chávez”: un peligro para la democracia

La oposición venezolana, los gobiernos de las potencias capitalistas dominantes y los conglomerados mediáticos privados no paran de advertir sobre el peligro para la democracia que supone Hugo Chávez. Que hasta ahora el presidente venezolano haya respetado escrupulosamente los procedimientos de la democracia formal burguesa no significa que el “efecto Chávez” no conlleve serios riesgos para la democracia.

Venezuela no sólo ha respetado los procedimientos de la democracia formal sino que ha tomado algunas iniciativas para mejorar esa democracia limitada promoviendo mayores canales de participación y ha mejorado la igualdad social como base para un ejercicio real de los derechos democráticos.

Algunos datos pueden ayudar a comprender hasta que punto es democrático ese gobierno según los estándares que se aplican al resto del mundo. Desde 1998 Chávez se ha impuesto en todas las elecciones presidenciales y en el resto de elecciones salvo el referéndum constitucional de 2007. Tomando sólo los resultados de las elecciones presidenciales Chávez ha obtenido el respaldo del 62,46% de los votos en 1998, el 59,76% en 2000 y el 62,84% en 2006, además de superar un referéndum revocatorio en 2004 con el apoyo del 59,09%.

Para poder valorar correctamente estos datos, podemos compararlos por ejemplo con los resultados electorales en el estado español en periodos similares. Así en 1996 Aznar ganó con el 38,79% y en 2000, el año de la mayoría absoluta, con el 44,52%. Zapatero ganó en 2004 con el 42,59% y en 2008 con el 43,87%. Comparando los datos, el menor apoyo a Chávez en una elección presidencial (59,76% en 2000) supera al mayor apoyo en el mismo periodo en España, el 44,52% de la mayoría absoluta de Aznar y también al mayor apoyo conseguido por un presidente desde la transición, el 48,11% de Felipe González en 1982. Podemos seguir comparando por ejemplo con el 53, 02% de los votos obtenidos por Nicolás Zarkozy en 2007 o el 52% de Obama en 2008. Pero con estos datos es suficiente para aseverar que incluso en sus niveles más bajos de apoyo electoral, Hugo Chávez supera los mejores resultados de los presidentes de aquellos países que se presentan como paradigmas de la democracia.

Otro argumento esgrimido por la oposición ha sido la denuncia constante de fraude desmentida por todos los observadores internacionales y por una entidad tan poco sospechosa de parcialidad a favor de Chávez como el Centro Carter. Tras el fracaso de esta estrategia, la aceptación y participación de la oposición en el proceso sirve por sí misma para rebatir sus acusaciones.

El control de los medios de comunicación por parte del Gobierno es uno de los argumentos más ridículos teniendo en cuenta que la gran mayoría de medios venezolanos son acérrimos opositores, llegando incluso a protagonizar lo que Ignacio Ramonet calificó acertadamente de “golpe de Estado mediático”. Aún dando por verdadero ese falso dominio de Chávez sobre los medios, resultaría esperpéntico el agravio comparativo con Italia, donde casualmente el hombre más rico del país y cuya fortuna está basada en su emporio mediático, es calificado como ejemplo de la democracia y su legitimidad no genera la más mínima duda para los poderes dominantes.

En contraposición con otros presidentes, Chávez no sólo ha conseguido siempre unos mejores resultados electorales en un proceso limpio, sino que lo ha hecho teniendo en contra a los intereses de las grandes fortunas y los medios de comunicación que -permítanme la especulación-  quizás influyan en algo a la hora de inclinar la balanza en unas elecciones.

La democracia es mucho más que votar cada cierto tiempo, aunque ello es importante. Pero incluso limitándonos al recurso formal del voto, que duda cabe que tener la posibilidad de revocar lo decidido en las urnas mediante un referéndum es una medida que mejora un poco el sistema de democracia formal. Esta posibilidad fue incorporada por el gobierno venezolano y ha sido exportada a otros países como Bolivia en lo que algunos llaman “nuevo constitucionalismo latinoamericano”.

Así en 2004 esa posibilidad abierta por el gobierno chavista fue puesta en práctica por la oposición convocando un referéndum revocatorio en el que Chávez obtuvo la victoria por el 59,09% de los votos. Aún formando parte del mismo concepto de democracia formal, esta posibilidad no la tenemos en las flamantes democracias europeas o norteamericana. Pero -volviendo a especular- hubiera sido interesante ver los resultados que podría haber obtenido Aznar durante el comienzo de la guerra de Irak si hubiéramos dispuesto de ese recurso.

Por último se alega de forma desesperada que sí, que Chávez es muy democrático porque gana las elecciones pero que si las perdiera impondría su dictadura. Su única derrota desde 1998, la del referéndum constitucional de 2007 por una pequeña pero suficiente diferencia de votos contradice esta alarmada suposición. Se perdió el referéndum y la nueva Constitución quedó aparcada. Sobre si es legítimo volver a convocar un referéndum sobre ella o votar algunos de sus puntos, como la eliminación del límite de mandatos, puede haber debate. En principio lo primero ha sido descartado y lo segundo puede ser promovido por otras vías aunque siempre tendría que ser ratificado por un referéndum.

Comparado con el proceso de aprobación de la Constitución Europea, por poco acertado que pueda ser el intento de volver a someter a referéndum la reelección de Chávez, no deja de superar los niveles democráticos establecidos para el caso europeo. Recordemos por ejemplo como tras ser rechazado por Francia y Holanda, le cambiaron el nombre y decidieron no hacer más referéndum. Sólo la obligatoriedad de celebrarlo establecida en la Constitución irlandesa, evitó que la Constitución se aprobara sin realizar ninguna consulta. Ahora que los irlandeses la han rechazado, su gobierno se compromete a hacer que se apruebe y todos los líderes de la Unión divagan sobre lo poco democrático que resulta preguntar a los ciudadanos cuando ellos, que representan en sí mismos la sagrada democracia, ya han decidido.

Por último, desbordando el marco de la democracia formal burguesa, el gobierno de Venezuela ha tomado medidas de redistribución de la riqueza que ayuden a hacer real esa igualdad formal de los ciudadanos. Cabe señalar que entre los criterios de democracia defendidos por las potencias capitalistas, las condiciones reales de libertad e igualdad son totalmente descartadas y sólo cuentan los criterios legales y los derechos formales. Pero incluso así, parece ridículo pensar que estas medidas socaven la legitimidad democrática de un gobierno en lugar de reforzarla.

Podemos seguir aportando datos como que Venezuela es el país de América Latina en el que los ciudadanos se muestran más satisfechos con la democracia (7,6 puntos sobre 10 mientras la media para toda América Latina es de 5,5).

En definitiva se puede afirmar con rotundidad que, tomando los cánones dominantes de legitimidad democrática, el gobierno de Chávez no sólo es democrático sino que supera la legitimidad democrática de Europa o de Estados Unidos (por apoyo electoral, por canales de participación como los referéndum, por el respeto a las libertades civiles, por mejorar los requisitos reales de libertad e igualdad, por no deber nada al apoyo económico o mediático, por satisfacción de sus ciudadanos, etc).

Sin embargo, considero que realmente, el “efecto Chávez” supone un grave riesgo para la democracia.

En primer lugar porque si a pesar de ser un ejemplo de democracia (dentro de lo que hay, se entiende) se le impide asumir y ejercer sus poderes, como ocurrió con el intento de golpe de estado de 2002, es previsible que se genere un desencanto hacia el mismo modelo e idea de democracia. Si la democracia es la posibilidad de elegir sólo lo que le interesa a los poderes dominantes, entonces no vale la pena luchar por ella.

Soy partidario de no dejar que el poder acapare para sí la idea de democracia que ha sido fruto de intensas luchas populares y obreras a lo largo de los siglos. Que no sea suficiente el respeto a algunos principios democráticos elementales no debería significar que no sea necesario respetarlos. La liberación del pueblo debe contar con el pueblo y convencer debe ser la única forma de vencer. Pero si aún respetando escrupulosamente esos principios se impide tratar al menos de cambiar en algo las cosas (no creo que lo de Venezuela sea para nada una “revolución”) significará que la democracia es sólo una trampa o una careta para tratar de legitimar el dominio de facto.

Existe otro peligro. Aunque me consta que Chávez hasta ahora ha respetado esos principios, podría ser que como ha sucedido tantas veces a lo largo de la historia sea uno más de los que traicionando esos ideales establezca un régimen autoritario. Si es así yo estaría en contra pero ¿cómo puedo saber si realmente esto sucede?

Han sido tantas las advertencias sobre el autoritarismo de Chávez, tantas veces ha sido calificado de dictador, tantas alarmas se han encendido que, como en el cuento del lobo, si algún día el lobo realmente ataca seré muy reticente a darle credibilidad. Sin tener por qué dudar de las informaciones independientes que podemos encontrar en los medios libres, temo que la necesidad imperiosa de contrarrestar la manipulación de los medios privados pueda nublar el juicio objetivo de los defensores del chavismo. Si esto sucediera, estaríamos totalmente indefensos a la hora de valorar la democracia venezolana.

Si hasta ahora el “efecto Chávez” no supone un peligro para la democracia, podemos decir que si que hay un grave riesgo por parte del “efecto anti-Chavéz”. No sólo en Venezuela se advierte ese riesgo. El ataque a Gaza como castigo al pueblo por hacer que Hamás ganara las elecciones, la llegada de la “democracia” a Irak o Afganistán a base de bombardeos, la cansina repetición del término por parte del único cargo no electo del estado español, o por parte de personajes tan autoritarios como Bush, Aznar, Zarkozy, etc, contribuyen a desprestigiar la idea de democracia.

Los que realmente creemos en ese ideal más allá de sus formas limitadas actuales no debemos caer en confundir “su” democracia con la idea misma. Una conquista del pueblo, de los trabajadores y trabajadoras, de los movimientos sociales que, aunque imperfecta, limitada, manipulada y traicionada por el poder dominante, nos corresponde y debemos defender, mejorar y hacer realidad.

Ni siquiera Venezuela encarna ese ideal, sólo supone un pequeño paso adelante. Por eso debemos estar atentos para mantener el espíritu crítico y, ni dejar que Chávez encasille la democracia en un cajón un poco más amplio, ni dejar que el poder nos haga perder toda esperanza en la posibilidad de un cambio que ilustre la idea de “todo por el pueblo, pero con el pueblo”.

Desgraciadamente, ya hay medio mundo que cuando escucha la palabra democracia baja a los refugios antiaéreos.